viernes, 23 de mayo de 2014

La caída económica en México pone en duda la promesa de “transformación” que hizo Peña Nieto: Financial Times

 

La caída económica en México pone en duda la promesa de “transformación” que hizo Peña Nieto: Financial Times Por: Redacción / Sinembargo - mayo 23 de 2014 - 19:37

Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo).– El diario londinense Financial Times se unió a las críticas lanzadas este viernes por la revista The Economist contra la conducción de la política económica en México y expuso que “el lento avance” avance del crecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) hacen que los mexicanos y los inversionistas nacionales y extranjeros duden de la efectividad de las reformas lanzadas por el Presidente Enrique Peña Nieto para realizar una “transformación de la economía”. Horas antes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) revisó a la baja, por segundo año consecutivo, sus propias proyecciones de crecimiento. El país no crecerá 3.9 por ciento como había anunciado, sino menos: un 2.7 por ciento, anunció el subsecretario de la dependencia federal, Fernando Aportela Rodríguez. El funcionario dio a conocer que en el primer trimestre del año se registró un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos equivalente a 1.5 por ciento del PIB y atribuyó dicho resultado “en parte” a lo ocurrido en Estados Unidos por un clima “extremadamente malo”, y al menor consumo tras la entrada en vigor de nuevos impuestos aprobados en la Reforma Fiscal. Antes de que se oficializara el nuevo ajuste a las expectativas de crecimiento del gobierno federal y en una abierta crítica a las justificaciones sobre el lento avance de la economía que ha dado el equipo que conduce el Secretario Luis Videgaray Caso, la revista británica The Economist planteó lo siguiente: “En lo que va del año, el gobierno de México se ha parecido a uno de los muchos devotos de San Judas, santo patrón de las causas perdidas del país. Se ha mantenido obstinadamente en un 3.9 por ciento como previsión de crecimiento para 2014, a pesar de que su principal mercado de exportación, los Estados Unidos, ha ido lento, y a los dos pilares de su economía –comprar y construir– les ha ido aún peor”. (VER TAMBIÉN: INEGI: El primer trimestre, PIB de sólo 0.28%; The Economist critica estancamiento y pone en duda políticas de SHCP). Sobre el tema, The Economist destacó que este ha sido “un primer trimestre decepcionante para la economía de México”, lo que llevó al gobierno a recortar su previsión para este año a 2.7 por ciento. Además, planteó, “los resultados son peor de lo esperado, pues se prolonga el crecimiento lento que ha tenido el país en las últimas tres décadas, a pesar de la promesa del Presidente Enrique Peña Nieto de que sus reformas lograrían una ”transformación de la economía”. La economía del país, añadió, también se ha visto afectada por una combinación de la mala época en Estados Unidos, la débil demanda de las exportaciones manufactureras de México, el impacto de los aumentos de impuestos que se dieron a principio de año y una caída en la producción de petróleo. El diario británico destacó que “aun con el aumento de un 46 por ciento en el gasto público, especialmente en infraestructura, no fue suficiente para cambiar el rumbo de la economía de México que cayó en picada abruptamente el año pasado, lo que lo llevó a su peor tasa de crecimiento anual”. Peña Nieto, que ha sido Presidente durante casi un año y medio, ha puesto en marcha un ambicioso programa de reformas para lanzar la apertura del sector energético a la inversión privada por primera vez en más de siete décadas. También reformó el sistema de educación y pretende liberar el sector de las telecomunicación. Las reformas también tienen como objetivo impulsar la competencia, la reducción del costo del crédito y la modernización de los mercados laborales, así como el cambio del sistema tributario, expuso. Y agregó que, aunque tanto el gobierno como el Banco de México (Banxico), creen que ya pasó lo peor, los especialistas no lo creen. El diario citó a Carlos Capistrán, ejecutivo del Bank of America Merrill Lynch, quien dijo que el pobre crecimiento del primer trimestre en Estados Unidos, donde México envía 80 por ciento de sus exportaciones, “aumenta la probabilidad de que el segundo trimestre también será mediocre”. Parece que lo peor ha pasado, comentó Capistrán, “pero necesitamos un cambio de sentimiento de que las cosas están mejorando, lo cual es difícil si la gente ve que todo el mundo está revisando sus estimaciones hacia abajo”. The Economist también citó a Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, quien consideró que el reto de México es deshacerse de la “anemia crónica” y de los cuellos de botella estructurales que han socavado el crecimiento a pesar de la “euforia de las reformas”. “La debilidad económica es tan grande que requerirá un gran esfuerzo para llegar a la estimación más baja, incluso del banco central [Banco de México] del 2.3 por ciento para el resto del año. Para ello, la economía tendría que triplicar su crecimiento trimestral en el segundo trimestre, cruadriplicarlo en el tercero y quintuplicarlo en el cuarto. Lo que es muy difícil de hacer”. Las políticas económicas de México, concluyó el Times, lo siguen manteniendo “atado a la suerte” de su vecino del norte, y la velocidad de su recuperación ha quedado dependiente de la rapidez del crecimiento de Estados Unidos.

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Videgaray y su equipo inyectan desconfianza en los inversionistas al “equivocar” proyecciones, dicen analistas

 

Videgaray y su equipo inyectan desconfianza en los inversionistas al “equivocar” proyecciones, dicen analistas Por: Juliana Fregoso - mayo 23 de 2014 - 0:05

Se espera que Hacienda oficialice hoy el recorte al estimado de crecimiento. Foto: Cuartoscuro Se espera que este viernes la Secretaría de Hacienda oficialice el recorte a su estimado original de crecimiento para 2014, previsto en 3.9 por ciento. Foto: Cuartoscuro Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo).– Los recientes recortes de analistas, bancos, instituciones internacionales y del Banco de México (Banxico) al porcentaje original de crecimiento económico estimado por el gobierno de Enrique Peña Nieto para este año [3.9 por ciento], y el resultado preliminar del avance del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre de 2014, muestran que el equipo económico dirigido por Luis Videgaray Caso se equivocó en sus cifras y estrategia por segundo año consecutivo, consideraron expertos en economía y finanzas. Estas equivocaciones en el estimado del crecimiento de México ponen en evidencia “errores en la forma de comunicar las cifras económicas”, lo que agudiza la decepción de los inversionistas nacionales y extranjeros que mantienen parados sus proyectos ante la falta de certidumbre, coincidieron. El miércoles pasado, en una rueda de prensa para dar a conocer el “Informe de inflación enero-marzo 2014” , el Gobernador de Banxico, Agustín Carstens Carstens, anunció que la institución había ajustado a la baja su pronóstico de crecimiento de la economía para este año a un rango entre 2.3 y 3.3 por ciento, menor al estimado previamente y que situó entre 3.0 y 4.0 por ciento. Para 2015, el Banco Central mantuvo sin cambio su pronóstico de crecimiento económico, al que ubicó en un rango de entre 3.2 y 4.2 por ciento. Agustín Carstens explicó que aunque la parte más importante de la desaceleración de la economía ya se dio y hacia adelante se espera un crecimiento más vigoroso, los datos del primer trimestre de 2014 llevaron a la revisión del pronóstico del banco central para este año. Ayer, el Subgobernador del Banco de México, Manuel Sánchez González, adelantó que, de acuerdo con cifras preliminares de esa institución, el crecimiento del PIB para el primer trimestre del año se ubicará en 0.6 por ciento. El 19 de mayo pasado, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, planteó a la prensa que ante los recortes en los estimados difundidos hasta entonces por diversas entidades privadas e instituciones internacionales será hoy, 23 de mayo, cuando se tome una determinación. “Como lo hemos dicho desde hace ya varias semanas, la Secretaría de Hacienda esperará a que se dé a conocer el Producto Interno Bruto del primer trimestre el próximo viernes y decidiremos entonces si hacemos algún ajusto en nuestra estimación de crecimiento para 2014”, dijo en esa oportunidad. Las expectativas sobre el anuncio que este viernes realizará la Secretaría de Hacienda no son positivas, ya que se espera la confirmación de un recorte a las previsiones de crecimiento económico en el país para 2014. “Las proyecciones de crecimiento del año tenían una expectativa muy alta y eso nos pasó en 2013. Las cifras oficiales tanto de gobierno como de las dependencias han incurrido en ese error o en esa práctica de poner una expectativa muy alta, con lo que es más complicado explicarle al mercado por qué no se cumplió”, consideró Juan Musi Amioni, director general de de Somoza Musi y Asociados. “El dato –que se dará hoy– va a ser malo, pero el mercado ya lo tiene digerido y asimilado; la única sorpresa es que viniera más malo todavía. Una cifra por debajo del 2 por ciento sería más mala de lo que pensamos”, expresó Musi Amione. En tanto, Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico de CIBanco, consideró que el anuncio de Banxico pone en alerta a los inversionistas, ya que su estimado a la baja fue mayor al calculado. “Se pensaría que los ajustes más fuertes ya se habían dado, pero este bajón fue más agudo. Creo que lo más serio, antes de seguir adivinando, sería esperarse al segundo trimestre”, dijo. LO QUE SE ESPERA Ambos analistas calcularon que el nuevo estimado de crecimiento para el año será de entre 2.5 y 3.2 por ciento. Sobre el resultado del primer trimestre, el estimado de los analistas era en promedio de 2 por ciento; sin embargo, el anuncio del Subgobernador del Banco Central modificó sus expectativas. “Vamos a ir revisando con más calma, es más prudente esperar el reporte del PIB… pero nos sorprendió que bajó más de lo que hubiéramos esperado”, expresó Gordillo Arias. Los expertos advirtieron que, históricamente, durante el primer trimestre el crecimiento no suele ser tan bajo, como lo estima Banxico. Sin embargo, la economía mexicana puede haberse visto influida por la baja en el consumo en Estados Unidos, derivada de un crudo invierno que dejó toneladas de productos varados en puertos, lo que a su vez provocó un aumento en los inventarios. Con el cambio de estación, añadieron, se espera que las mercancías lleguen a su destino y que el consumo se reactive, lo que se verá reflejado en México hacia el segundo o tercer trimestre. En el primer trimestre de 2013, el crecimiento fue 0.57 por ciento y en el segundo de 1.45 por ciento. A pesar de los malos resultados del primer trimestre de este año, los analistas mantienen el optimismo para el segundo trimestre. “No sabemos si el crecimiento va a pasar del 3 por ciento, pero sí se va a notar una reactivación”, dijo Gordillo. Mientras que los estimados de Musi, para el segundo trimestre, son también de resultados negativos, con la previsión de que hacia el tercer y cuarto trimestres el crecimiento puede llegar al 4 por ciento, para quedar en un promedio de 3.2 por ciento. COMPETITIVIDAD, POR LOS SUELOS México perdió nueve lugares en el Índice Mundial de Competitividad. Foto: Cuartoscuro. México perdió nueve lugares en el Índice Mundial de Competitividad. Foto: Cuartoscuro. El reporte de Competitividad Mundial del Instituto Internacional para el Desarrollo Administrativo (IMD, por sus siglas en inglés) mostró ayer cómo México perdió nueve lugares en el ranking mundial de competitividad y bajó al lugar 41 del 32 que ocupaba el año pasado. “El 2013 ha sido un poco decepcionante para México en términos de crecimiento del Producto Interno Bruto y algunas otras cifras macroeconómicas”, dijo Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial del IMD. México perdió en todos los rangos que son evaluados para sacar el promedio, sobre el que se realiza el ranking. En Desempeño Económico bajó al lugar 18, desde el 14. En el de Eficiencia Gubernamental pasó al 41 cuando se encontraba en el 29. En el de Eficiencia de Negocios llegó 41, desde el 33. En Infraestructura perdió menos: de 51 a 49. El descenso se debió también a factores indirectos como la recuperación de los países europeos que en el pasado, cuando tuvieron su crisis financiera, hicieron que México escalara posiciones. Bris expresó que el país tuvo un crecimiento económico “decepcionante, pese a los beneficios que se esperaban del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de Norteamérica)”, aunque recalcó que “los expertos coinciden en que se trata de un declive temporal dentro de una tendencia positiva en general”. En un sondeo realizado entre ejecutivos de distintos países, las mayores fortalezas que éstos observaban en México son su mano de obra bien formada, costos competitivos, su dinamismo económico y el entorno propicio para los negocios

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INEGI: El primer trimestre de 2014, PIB de sólo 0.28%; The Economist critica estancamiento y pone en duda políticas de SHCP

INEGI: El primer trimestre, PIB de sólo 0.28%; The Economist critica estancamiento y pone en duda políticas de SHCP Por: Redacción / Sinembargo - mayo 23 de 2014 - 8:39

Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo).– El Producto Interno Bruto (PIB) de México aumentó un 1.8 por ciento en el primer trimestre de 2014 respecto al mismo período del año anterior, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), previo a que la Secretaría de Hacienda dé a conocer si ajustará su propia perspectiva de crecimiento para todo el año. De acuerdo con cifras desestacionalizadas (sin factores coyunturales por temporada), el PIB aumentó sólo un 0.28 % en comparación con el trimestre inmediato anterior. INEGI informó esta mañana que el crecimiento del PIB fue impulsado por incrementos en el sector primario (4.9 por ciento), el terciario (1.8 por ciento) y el secundario (1.6 por ciento) respecto al primer trimestre de 2013. Es a partir del dato trimestral que la Secretaría de Hacienda anunciará hoy mismo si ajusta o no su pronóstico de crecimiento para el cierre de 2014, que es de 3.9 por ciento. El sector primario fue impulsado de enero a marzo pasado fundamentalmente por la agricultura, en particular por una mayor producción de cultivos como maíz y sorgo en grano, alfalfa verde, frijol, aguacate, naranja y papa. En el sector terciario destacaron los avances en información en medios masivos (3.1 por ciento), servicios educativos (2.7 por ciento) y financieros (2.2 por ciento) y el comercio (2.1 por ciento). El Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, es objeto de fuertes críticas debido a que la economía está estancada y sus previsiones, alegres a principios del primero y segundo años de Enrique Peña Nieto, se han debido corregir. Hoy mismo, The Economist, una influyente revista británica especializada en economía y finanzas, lanzó una crítica a las proyecciones realizadas por el gobierno. No es la única. Los analistas acusan a Videgaray y a su equipo de asustar a los inversionistas con pronósticos alegres que luego se desploman. “En lo que va del año, el gobierno de México se ha parecido a uno de los muchos devotos de San Judas, santo patrón de las causas perdidas del país. Se ha mantenido obstinadamente en un 3.9 por ciento como previsión de crecimiento para 2014, a pesar de que su principal mercado de exportación, los Estados Unidos, ha ido lento, y a los dos pilares de su economía –comprar y construir– les ha ido aún peor”, dice The Economist hoy viernes. El 21 de mayo, el Banco de México revisó su previsión de crecimiento a 2.3-3.3 por ciento [rango], sobre el 3-4 por ciento anterior. “Se espera que el gobierno por fin haga lo mismo este 23 de mayo, cuando las cifras del PIB del primer trimestre sean liberadas. Aun así, los funcionarios están convencidos de que en cuestión de meses los beneficios de sus planes para modernizar la economía comenzará a aparecer en los números”, agrega. “Los mexicanos tienen una buena razón para ser escépticos. En el primer año del Presidente Enrique Peña Nieto, cuando lanzó una impresionante ola de reformas constitucionales, la economía creció un magro 1.1 por ciento. Su gobierno anunció un nuevo impulso para el crecimiento de este año con más gasto deficitario. Efectivamente, el gasto público aumentó un 13.2 por ciento en el primer trimestre, comparado con el mismo periodo de 2013. Pero ha ha habido una caída en la construcción, incluidos los proyectos de infraestructura grandiosas que supuestamente se detonarían con dinero público. Incluso los funcionarios del gobierno parecen desconcertados por el tiempo que está tomando en registrarse el gasto”. En las tiendas, las noticias son aún peores, agrega The Economist. “La ANTAD, organización que representa a los supermercados y tiendas de conveniencia, dice que en los primeros cuatro meses de 2014 las ventas totales cayeron por primera vez en 30 años. La manufactura era más brillante. Las exportaciones no petroleras aumentaron un 5.2 % en los tres primeros meses, principalmente a Estados Unidos. Pero al norte, la recuperación no es aún lo suficientemente robusta como para confiar”. Contra toda lógica, dice la prestigiada revista, las reformas de Peña Nieto parecen pesar sobre el crecimiento a corto plazo, incluso si prometen beneficios eventuales. “Tomen los impuestos. La reforma fiscal ha elevado el impuesto sobre la renta, que afecta a las personas acomodadas. La política también ha herido de manera desproporcionada a los pobres a través de un gravamen contra la obesidad sobre los refrescos y aperitivos. Jonathan Heath, economista, lo expresa así: ‘El gobierno está gastando más, pero tomó ese dinero de los hogares’”. La inversión es otro ejemplo, sostiene. “Muchas empresas han puesto sus planes de expansión en espera hasta ver cómo la legislación secundaria que detalla los cambios constitucionales del gobierno se aterrizan en el Congreso. Esto es particularmente cierto en la energía y las telecomunicaciones, las dos industrias más importantes que se ha revisado”. The Economist cita a Ernesto Revilla, economista jefe de la Secretaría de Hacienda, quien dice que los brotes verdes están surgiendo y que incluso los pronosticadores más pesimistas predicen un repunte en el segundo semestre del año. Para poner buena cara a las cosas, él compara este proceso de reformas en México a una casa en remodelación . Al principio no hay emoción. Luego está la ira y la frustración, ya que toma mucho tiempo. Esa es la fase de México ahora. “Pero” , dice Revilla, “cuando se concluya la casa, todo el mundo será más feliz”.

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THOMAS PIKETTY: CAPITAL EN EL SIGLO XXI

THOMAS PIKETTY: CAPITAL EN EL SIGLO XXI

sábado, 17 de mayo de 2014

Thomas Piketty :Capital en el siglo XXI

Cuando el pasado devora al futuro

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Texto de Diego Castañeda[1]

Capital in the Twenty-First Century

Autor: Thomas Piketty, traducido del francés al inglés por Arthur Goldhammer

Editorial: Belknap Press/Harvard University Press, 685 pp., $39.95 USD

La desigualdad es un fenómeno que ha estado siempre presente en la modernidad, desde la revolución francesa, pasando por la revolución industrial y hasta nuestros días. Su existencia ha generado posturas muy críticas hacia el funcionamiento de la economía mundial, en particular por el gran contraste entre las economías capitalistas avanzadas y los países en proceso de industrialización.

Para explicar el fenómeno a través de los años han surgido diversas hipótesis. Algunas de ellas se han enfocado en explicar sus orígenes así como los mecanismos por los cuales podría desaparecer. Dentro de estas explicaciones se encuentran las famosas curvas de Kuznets, que al mismo tiempo que condenan la desigualdad, postulan que es necesaria su existencia para acelerar el crecimiento, en tanto que la concentración de los ingresos en los tratos superiores sirve para incentivar una mayor acumulación de capital.

Pero la desigualdad no solo es un tema de debate debido a sus consecuencias teóricas. Los economistas no discuten la desigualdad solo por sus implicaciones en términos de crecimiento o de eficiencia; la desigualdad implica dar un vistazo a lo que Maureen Mackintosh llama “mercados reales” a la calidad de vida de las personas y su capacidad de llevar vidas dignas.

En este contexto teórico y en un inicio del siglo XXI marcado por crisis y fuertes cuestionamientos en la economía mundial; Thomas Piketty profesor de economía de la Escuela de Economía de París (PSE) con la colaboración de Anthony Atkinson, Emmanuel Saez y Abhijit Banerjee, publicó un libro polémico que ha puesto el tema de la desigualdad y el crecimiento económico en el centro de la discusión económica mundial.

La primera parte del libro explica la metodología empleada para las estimaciones y conclusiones que serán presentadas en las siguientes tres cuartas partes del libro. La innovación que se presenta en esta parte del libro está relacionada al uso de las estadísticas de impuestos pagados por más de doscientos años en diversos países, principalmente Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Alemania para reconstruir las distribuciones del ingreso en dichas sociedades. Un logro que por sí mismo es relevante y ayuda a la comprensión de la evolución de la desigualdad en el largo plazo.

Como forma de proveer contexto para la evidencia empírica, Piketty utiliza pasajes de las obras literarias de autores como Jane Austen y Honoré de Balzac. El uso de estos elementos permite  comprender el rol que ha tenido a lo largo de la historia la desigualdad, particularmente el impacto que tuvo en los tiempos de la Tercera República en Francia y al inicio de la Revolución Industrial en Inglaterra. El mensaje de Piketty es que si bien la representación de la desigualdad que se hace en esas obras es una metáfora del pasado, es posible que sea también una metáfora del futuro que nos espera.

Este enfoque ecléctico contrasta con la aproximación que usualmente se hace desde la economía al estudio de fenómenos como la desigualdad. De ahí que Piketty incluya en la primera parte del libro una dura crítica a la metodología de investigación de la economía neoclásica, que bien puede ser resumida por su frase: “la disciplina de la economía aún debe superar su pasión infantil por las matemáticas y por la elevada especulación ideológica, a costa de la investigación histórica y la colaboración con otras ciencias sociales”.

De igual forma, esta es la parte del libro en donde Piketty presenta las que él llama las leyes fundamentales del capitalismo y la desigualdad. Particularmente, es aquí en donde aparece por primera vez la famosa r>g, donde r es la tasa de retorno del capital y g es la tasa de crecimiento de la economía. Lo que esta desigualdad implica es que en aquellos periodos en que la tasa de retorno del capital es superior a la tasa de crecimiento de la economía la desigualdad de ingresos se incrementa. Ello pues aquellos individuos que poseen capital ven incrementarse sus ingresos en una mayor cuantía de lo que lo hacen los salarios, cuyo crecimiento está vinculados estrechamente al crecimiento de la economía.

Es en este punto en donde se encuentran dos de las partes más cautivantes del libro, pues el autor hace gala no sólo de un despliegue de habilidad para la investigación histórica, sino que además lo hace con gran claridad. La primera es la distinción que hace sobre qué es y qué no es capital, definiéndolo como todo activo que puede ser vendido o cambiado en un mercado, noción que excluye al capital humano. Ello pues el capital humano no puede ser vendido por otros (al menos que seamos esclavos).

Aunque quizá parezca un tanto obvia esta distinción, resulta crucial al realizar el análisis histórico que se presenta en el libro respecto a Estados Unidos, particularmente para el periodo en donde existía el esclavismo, pues en ese entonces sí era posible considerar al capital humano dentro del acervo de capital de algunos individuos. La dificultad para contabilizar tan complicadas características históricas le da un gran mérito a la metodología empleada por el autor.

La segunda gran muestra de análisis en la primera parte del libro es lo que Piketty llama fuerzas de convergencia y divergencia. Dichas fuerzas se encuentran estrechamente ligadas a sus leyes fundamentales del capitalismo. Su conclusión es en gran medida la misma que tuvieron grandes economistas como Keynes o Polanyi mucho antes que él y ésta servirá de guía para el resto del libro. El capitalismo tiene en si la capacidad de crear riqueza y desarrollo sin precedentes, pero si se deja fuera de control contiene en sí mismo las fuerzas que le hacen un sistema inestable..

En las siguientes dos partes del libro, Piketty elabora durante tanto en su metáfora tomando prestados los personajes de las novelas de Austen y Balzac, como en las implicaciones de r>g. A partir de los datos construidos a partir de las declaraciones fiscales, Piketty encuentra que en el más largo plazo, la tasa de crecimiento usualmente ha sido menor a la tasa de retorno del capital, en una razón de 1 a 3. De esta situación se desprende una clara conclusión: en una sociedad de bajo crecimiento económico, la riqueza acumulada en el pasado tendrá una importancia desproporcionada en el presente y el futuro en la determinación de la distribución del ingreso.

Es necesario abundar más en las razones por las que Piketty considera que estamos ante un escenario de bajo crecimiento, por lo cual en principio es necesario establecer cuáles son las fuentes de crecimiento identificadas por el autor. Piketty descompone el crecimiento económico de largo plazo en dos factores: la innovación tecnológica y el crecimiento demográfico. Durante mucho tiempo la tasa de crecimiento económico fue baja debido en buena medida al bajo crecimiento demográfico. No fue sino hasta la aceleración del crecimiento poblacional que las tasas de crecimiento de las economías mundiales comenzaron a acelerarse. El problema a futuro es que la tasa de crecimiento poblacional ha comenzado a disminuir y probablemente se estabilizará en un nivel bajo, dando como resultado una menor tasa “natural” de crecimiento, implicando con ello una tendencia a una mayor desigualdad en el futuro. El supuesto subyacente al argumento de Piketty es que la innovación tecnológica no se acelerará lo suficiente como para compensar la caída en la tasa de crecimiento demográfico.

Este punto, relacionado con la composición de la tasa natural, permite que Piketty trate de vincular su hipótesis sobre el comportamiento de la desigualdad con la teoría del crecimiento neoclásica. De paso, trae de vuelta a la luz el viejo debate de los dos Cambridge entre los famosos economistas neoclásicos Paul Samuelson y Robert Solow del MIT (en Cambridge Massachusetts) y los economistas keynesianos de Cambridge (Reino Unido) Luigi Passineti, Piero Sraffa y Joan Robinson

El debate gira en torno a que tanto es posible generalizar los resultados de los modelos a una mercancía en términos de las productividades marginales de los factores. De ahí su importancia dentro de la teoría del crecimiento económico, pues la teoría convencional depende, justamente, de la productividad marginal de los factores de producción, en particular del capital.

En la teoría neoclásica de crecimiento, el mecanismo básico que detona la acumulación de capital es el ahorro, mientras que el ingreso es determinado por la contribución marginal del factor de producción a la producción (sea capital o trabajo). Piketty cuestiona duramente la teoría de la productividad marginal argumentando que es imposible explicar los actuales niveles de los retornos del capital a través de la productividad marginal y más aún la enorme diferencia entre los salarios de los ejecutivos (superestrellas) y los de los trabajadores.

A partir de ese punto, Piketty señala que existe un mecanismo de aglomeración en el capital semejante al que conocemos en las ciudades y en los clústeres industriales. El capital tiende a juntarse, entre mayor sea el acervo de capital, mayor es la tasa de acumulación, es decir, el crecimiento del capital. Parecería como si tuviera una atracción gravitacional o una masa crítica, de tal forma que el salario nunca podrá crecer lo suficientemente rápido como para acortar la brecha frente a los ingresos derivados del capital, en palabras simples: los ricos se hacen más ricos

Vale la pena señalar que de hecho, la gran desigualdad en los ingresos no sólo se debe a la diferencia entre el ritmo de crecimiento entre los salarios y el ingreso derivado del capital, también se debe en buena medida por la diferencia entre el salario del 99% de la población y el famoso 1% o el 0.01%. La diferencia sugiere un serio problema con la teoría de la productividad marginal y le da la razón a Sraffa, Robinson y Pasinetti, quienes siempre fueron críticos de esta teoría y al mecanismo de acumulación del capital.

En los países desarrollados e incluso en algunos en desarrollo como nosotros, hemos podido observar un estancamiento en el crecimiento de los salarios durante los últimos 30 años. Dicho estancamiento se debe al bajo crecimiento de la productividad, la pérdida de poder de los sindicatos y el deterioro de los salarios mínimos. Todos estos factores son causas adicionales a las señaladas por Piketty  de la disparidad presente en términos de ingresos

Las primeras tres partes del Capital en el siglo XXI analizan la evolución de la distribución de la riqueza y la estructura de la desigualdad desde el siglo XVIII. Hasta este punto, el libro es estrictamente positivo con una evaluación estadística y teórica del estado del capitalismo en el mundo. Sin embargo, la cuarta y última parte del libro es principalmente normativa. Trata de obtener lecciones de los anteriores doscientos años de historia de la distribución de la riqueza para no volver a la desigualdad del pasado en nuestro futuro.

Una devastadora conclusión de  la primera parte del libro es que, en la actualidad, a principios del siglo XXI, nos encontramos con niveles de desigualdad semejantes a los de la Belle Époque. Estados Unidos, país que era descrito como tierra de la igualdad por Tocqueville, ahora no es más igualitario que la vieja Europa y la Europa de hoy quizá es incluso más desigual que la Europa de esos tiempos..

De no modificar el rumbo, el panorama es preocupante. Un mundo donde la herencia y el apellido cobran mucho más importancia que el talento o la inteligencia, es un mundo donde la igualdad de oportunidades deja de existir. Es un mundo en donde, como el autor dice, el pasado se devora al futuro.

Adam Smith alguna vez parafraseando a Thomas Hobbes afirmó “la riqueza es poder” y la riqueza tiene la tendencia a usar ese poder para continuar acumulándose. Si los estados no son capaces de poder regular los extremos de la desigualdad, inevitablemente se verán capturados por ella. El argumento en la cuarta parte del libro es justamente eso. Un llamado a la intervención del Estado para regular la riqueza, para asegurar que el Estado siga siendo autónomo y la sociedad equitativa.

Existe una enorme preocupación por la sobrevivencia de la democracia y los valores liberales dentro del argumento normativo. Sin igualdad de oportunidades difícilmente podrá existir una verdadera democracia. Este argumento se parece mucho al expresado por economistas como Robert Hunter Wade de LSE, Cristobal Kay de SOAS y del sociólogo John Scott de la Universidad de Plymouth quienes señalan que si bien ha existido una convergencia en términos de ingreso entre las economías del mundo, la desigualdad al interior de los países ha continuado creciendo. Este argumento también lo comparte su compatriota Phillippe Aghion de Harvard, para quien la desigualdad además se perpetúa obstruyendo el crecimiento económico.

La solución que propone Piketty es la de un impuesto global a la riqueza que sea escalado desde el 1%  para fortunas no mayores a un millón de dólares hasta un 80% a aquellas de los hombres más ricos del planeta. Para el autor esta es la única solución civilizada para el problema de la desigualdad, aunque él mismo la denomina políticamente poco factible.

Si bien esto puede ser cierto, lo que denuncia Piketty no es algo que sólo él vea. Basta señalar a la OCDE y su plan de acción contra la erosión de la base gravable (BEPS) que busca la coordinación en temas de impuestos entre sus miembros, con el fin de limitar la evasión fiscal y la acumulación de poder tal que permita a las corporaciones multinacionales distorsionar el funcionamiento de los mercados.

Entre los mecanismos  para tratar de combatir la desigualdad se encuentran el incremento en los salarios mínimos, incrementar el poder de los sindicatos en la negociación de las condiciones laborales, el impuesto sobre las herencias  y que el cobro de impuestos como el impuesto sobre la renta sea más progresivos e incorporen toda clase de ingresos en el mismo espíritu con el que originalmente se creó. Incluso el impuesto al capital incluso puede ser visto como un incentivo al uso productivo del mismo y no a la ineficiente acumulación en forma de rentas

Capital en el siglo XXI es en mi opinión un libro fascinante no sólo por la introducción de métodos novedosos para sus estimaciones o por su lucido análisis tanto histórico como económico. También es un libro que trata de adentrarse a la filosofía política, trata sobre la economía y sus consecuencias reales. Es un intento por regresarle lo político a lo económico, por volver a los tiempos de la economía política y no separar al estudio de la economía del de las otras ciencias sociales aprender.

Las lecciones del Capital en el siglo XXI no son sólo para los países desarrollados en los que se centra su análisis. Mucho se puede aprender para los países en desarrollo. Es más fácil tener una sociedad más igualitaria si se trata de controlar a las fuerzas de divergencia a la par de  crear un marco institucional que fortalezca a las fuerzas que contribuyen a la convergencia.

Países como México aún se encuentran en periodos donde sus pirámides demográficas son favorables a la expansión económica, donde aún no se llega a la frontera tecnológica y no se han agotado los motores de la industrialización. México se encuentra en un periodo en el que a pesar de tener tanta desigualdad no es tan desigual como puede llegar a ser si permite que las instituciones del Estado sean capturadas.

La vida democrática en nuestros países depende en gran medida del equilibrio de poder. No podemos permitir que el pasado devore al futuro, como ocurriría en un estado patrimonial donde la gran concentración de la riqueza se sirve de conductas rentistas.

[1] Economista y estudiante de desarrollo económico. Interesado en crecimiento, macroeconomía, desarrollo económico, ciencia, tecnología e innovación

Fuente: http://www.paradigmas.mx/cuando-el-pasado-devora-al-futuro/

domingo, 11 de mayo de 2014

MÉXICO ESTÁ EN RECESIÓN ECONÓMICA DESDE 2013

México se mantiene en una recesión económica que tocará fondo en mayo, coinciden analistas privados

Por: Redacción / Sinembargo - mayo 9 de 2014 - 0:01

Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).– El panorama que plantean las cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) y los análisis de expertos económicos y financieros es que la economía mexicana sigue en recesión. Sin embargo, para el Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, eso no es verdad: es un “no definitivo”. Luego de que el Inegi revelara –según su informe trimestral del Sistema de Indicadores Cíclicos (SIC)– que tras la caída de 0.04 que este índice presentó en febrero, el país acumuló 21 meses consecutivos a la baja, analistas anticiparon que la actividad económica tocará piso en el mes de mayo. El economista Jonathan Heath planteó que con los datos del Inegi se cumplen todos los criterios para decir que el país está en recesión y previó que en algún momento del segundo trimestre, la economía toque fondo para después empezar su recuperación. Por su parte, el académico del Instituto de Economía del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, Raymundo Tenorio Aguilar, pronosticó que la economía tocará el punto más bajo del ciclo en mayo, como resultado de la penetración del gasto público expansivo del presupuesto 2014. “México está en una recesión desde hace nueve meses que tocará fondo este mes de mayo e iniciará con una lenta recuperación durante el segundo semestre del año, dijo. Respecto al panorama expuesto por el Inegi, Tenorio Aguilar afirmó: “Desde hace 15 meses anticipé este ciclo observando una recesión suave, pero recesión al fin, eso se tradujo en una baja generación de empleos, en una pérdida de poder adquisitivo, caída del consumo privado y hace  12 meses se empezó a cuestionar al gobierno de que no estaba ejerciendo el gasto público al ritmo que se requería, que el Secretario de Hacienda [Luis Videgaray] se defendió diciendo que iban acelerar el gasto”. El especialista expuso que hace más de un año debieron tomarse medidas contracíclicas como ejercer gasto público, que el Banco de México bajara la tasa de referencia y se otorgaran incentivos fiscales temporales para las empresas para que no bajaran el ritmo de inversión. “Ahora estamos pagando las consecuencias de medidas inoportunas de carácter macroeconómico desde el gobierno, lo que ocurre es que científica y técnicamente un periodo recesivo se reconoce cuando llevamos un periodo mínimo de 21 meses en deterioro en la actividad económica y al menos nueve meses por debajo de la tendencia de largo plazo”, comentó. Tenorio Aguilar  agregó que en mayo la recesión tocará fondo, pero que no se entrará de inmediato en un proceso de expansión, sino que la recuperación será lento. “En el mes de junio el gasto público multimillonario que está haciendo el gobierno, va a penetrar en la economía expansivamente para empezar a generar crecimiento, sin que esto signifique una  fase de expansión, sino que de haber caído al fondo de la alberca, empezar a salir poco a poco”. El analista explicó que el gobierno pudo prevenir la recesión si hubiera invertido en gasto público y que la fase de recuperación iniciará en el segundo semestre del año, con una fase lenta donde el sector de la construcción crecerá parcialmente. “Como es el sector que más encadenamientos productivos tiene empezará a jalar poco a poco a otros sectores como plásticos, textiles, acero, cobre, vidrio, todos los sectores articulados con la construcción”, detalló. Pero Videgaray Caso insistió en que México presenta un repunte de las exportaciones y un dinámico ejercicio del gasto público, lo que “sería abiertamente incorrecto hablar de que una economía que está creciendo, y que está creciendo de una manera más acelerada que el año pasado, estuviera en una recesión”. La Comisión Económica para América Latina (Cepal) documentó que el salario mínimo que se paga en México es el menor entre los menores de toda la región. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) informó también esta semana que en México más de 18.5 por ciento de la fuerza laboral no tiene el ingreso suficiente para cubrir sus necesidades prioritarias (alimentación, vivienda, servicios sanitarios, educación básica), por lo que un trabajador con salario mínimo necesita laborar 13 días para apenas conseguir los productos de la canasta básica. Para adquirir una canasta básica, destaca la OCDE, un trabajador rural necesita 868.30 pesos, mientras que en el entorno urbano el costo es de mil 227.42 pesos, pero los salarios mínimos están tasados en 67 pesos con 29 centavos diarios. De acuerdo con un informe del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un trabajador promedio tiene que laborar 22 horas para adquirir una canasta básica que en promedio cuesta 184.96 pesos. Los especialistas de la UNAM informaron en el reporte “México: fábrica de pobres”  que en el país 10 millones 349 mil 177 trabajadores no pueden comprar la totalidad de los 40 alimentos básicos que integran la Canasta Alimentaria Recomendable (CAR), al tener un ingreso que no rebasa los dos salarios mínimos diarios. POBREZA EN MÉXICO La OCDE expuso que en México el promedio de riesgo de pobreza ha aumentado de 19 a 21 puntos porcentuales, cuando la incidencia promedio entre los miembros del organismo es de entre 9 y 11 por ciento. La tasa de pobreza entre los hogares sin empleo, de acuerdo con el estudio, es cinco veces mayor que la de los hogares donde por lo menos una persona trabaja. En las últimas dos décadas la pobreza en el trabajo se ha intensificado al máximo para las familias con un solo jefe y para las parejas con niños y con un solo ingreso que, según cifras de 2010, tienen una tasa media de pobreza de 22.7 y 18.5 por ciento, respectivamente. De acuerdo con cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 54 por ciento de la población infantil vive en pobreza, cerca de 22 millones de personas. Ocho de cada diez niños y niñas indígenas son pobres. Cinco millones viven en pobreza extrema. Asimismo, un informe de la asociación civil Oxfam, detalló que en América Latina hay 164 millones de pobres, 68 millones son indigentes y 47 millones sufren hambre. Durante la conferencia regional para América Latina y el Caribe, la organización detalló que en México hay 54 millones de personas en condición de pobreza, pero destacó que aunque se ha registrado una disminución en este aspecto, la desigualdad ha comenzado a crecer en México. Un ejemplo de esa desigualdad es que hay varios latinoamericanos entre los hombres más ricos del mundo, uno de ellos el mexicano Carlos Slim Helú, y en contraste están los 47 millones de personas con hambre en la región. EXPECTATIVAS A LA BAJA Pese a los indicadores económicos, la SHCP se mantiene optimista sobre el estado de salud de la economía al argumentar que será hasta finales de mayo cuando indique si se recorta o no su meta de crecimiento de 3.9 por ciento para 2014. Sin embargo, para analistas de crecimiento económico consultados por el Banco de México (Banxico) las previsiones siguen a la baja. Esta semana,  volvieron a recortar la expectativa de un 3.09 por ciento anual a 3.01 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). A su vez, la OCDE informó que tras un débil crecimiento en 2013, la economía mexicana crecerá sólo 3.4 por ciento este año y no el 3.8 por ciento que se había previsto anteriormente. Para 2015 previó que la subida del PIB se acelere hasta en un 4.1 por ciento, una décima menos de lo que había indicado hace seis meses. José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), advirtió que “la economía mexicana va a la baja y no despuntará en lo que resta del año, pues el pronóstico para 2013 es de un crecimiento de 2.5 por ciento, casi un punto porcentual por debajo que la estimación de la OCDE”. –Con información de Shaila Rosagel.

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